Ligero, duradero y flexible, el plástico es una materia prima valiosa. Teniendo en cuenta los estrictos requisitos de calidad e higiene que aplicamos en BRITA, el plástico es una opción prácticamente ideal. Sin embargo, tenemos una visión crítica del impacto que tiene la producción y el consumo de plástico en el planeta, y nos tomamos nuestra contribución en esta materia muy en serio. Ese es el motivo por el que queremos reducir considerablemente el uso de plástico en nuestros productos: ¡un 30 % para 2025! A tal efecto, estamos investigando varias alternativas. Para ello, prestamos atención a una gran variedad de factores: Además de los criterios de calidad, higiene y seguridad, los costes de fabricación son igual de importantes que las emisiones de CO2 y la capacidad de reciclaje.
Innovadores: los materiales de origen biobasado sustituyen al plástico virgen
Un material innovador llamado plástico de origen biobasado se ha convertido en una opción especialmente adecuada. Está fabricado en su totalidad, o en parte, de fuentes biológicas renovables, como las plantas, y es igual de duradero y reciclable que el plástico convencional. Solo es posible detectar cualquier diferencia en el laboratorio mediante análisis científicos.
En BRITA, creemos que las tierras agrícolas deben destinarse al cultivo de alimentos para las personas y los animales, no a materias primas para el sector del plástico. Por lo tanto, el plástico de origen biobasado que utilizamos procede únicamente de los residuos de otros procesos como, por ejemplo, de la producción de alimentos o de papel. Por ejemplo, para la jarra filtrante de agua Style eco, utilizamos aceite de resina, que es un subproducto del procesamiento de la madera.
Sostenible y certificado
El uso de plástico de origen biobasado nos permite reducir considerablemente nuestra huella de carbono y el consumo de plástico convencional, y seguiremos haciéndolo en el futuro.
Cuando hablamos de plástico de origen biobasado en relación a nuestros productos, aparecerá una cifra porcentual, así como la referencia al denominado modelo de equilibrio de masas. De este modo, se podrá ver exactamente cuánto plástico de origen biobasado contiene el producto, un concepto que ya se utiliza, por ejemplo, en el mercado de la electricidad verde. El equilibrio de masas es un método de contabilización en el que, en nuestro caso, los materiales de origen biobasado se mezclan con materiales de origen fósil durante el proceso de producción y luego se incorporan al producto final. Todos nuestros proveedores operan según las especificaciones de la etiqueta ISCC, una norma de certificación reconocida internacionalmente que hace un seguimiento del material de origen biobasado a lo largo de todo el proceso de producción.
Sostenibilidad sobre la marcha: nuestro embalaje
Además de una producción sostenible, el embalaje y el envío de nuestros productos son igual de importantes para nosotros. A fin de cuentas, los residuos de embalaje constituyen un problema global. Asimismo, queremos aportar nuestro granito de arena para reducir la cantidad de residuos y la huella de CO2 asociada del planeta. Esto supone un reto difícil porque el embalaje sirve para fines muy concretos: debe proteger nuestros productos de la contaminación y los daños del transporte.
Por tanto, estamos desarrollando conceptos sobre cómo utilizar menos embalaje y, al mismo tiempo, emplear materiales de embalaje más sostenibles. Por ejemplo, estamos investigando cómo empaquetar totalmente nuestros productos sin utilizar plástico. Si bien esto todavía no es posible, estamos reduciendo el uso de plásticos en la mayor medida posible, al tiempo que garantizamos que se puedan reciclar fácilmente. En el comercio electrónico, ya utilizamos un método denominado “envío en el propio contenedor”. Se trata de paquetes de productos que se pueden usar directamente como cajas de envío. Esta práctica nos ayuda a conservar importantes recursos.