Es una circunstancia que afecta a acciones tan cotidianas y necesarias como lavarse las manos, cocinar o mantenerse hidratados. El estrés hídrico, la desertificación y el aumento de las sequías han complicado aún más la situación en muchas regiones del planeta. Revertir el problema y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible antes de 2030 es un reto al que se enfrentan instituciones, empresas y el conjunto de la sociedad.
¿Cuáles son las metas del Objetivo 6?
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, también conocidos como ODS, son una serie de pautas impulsadas por las Naciones Unidas con el propósito de transformar el mundo en un lugar más justo, próspero, pacífico y respetuoso con el medioambiente. Entre los 17 puntos que integran esta lista de acciones urgentes se encuentra el “Objetivo 6: Agua limpia y saneamiento”.
En esencia, este punto se refiere a la gestión sostenible del agua para que millones de personas en todo el mundo tengan acceso a este bien universal. Abastecimiento, tratamiento de aguas residuales, cadenas de suministro y acceso a agua potable son algunos de los aspectos clave de estas metas aprobadas en 2016 con la intención de que en 2030 los cambios propuestos sean una realidad.