La salubridad del agua de España está garantizada en todos los territorios. No obstante, los diferentes tipos de dureza, sobre todo en las regiones costeras y en los dos archipiélagos, obliga a plantearse qué agua beber. De hecho, estas áreas en las que se registra una mayor dureza del agua, son también aquellas en las que hay un mayor consumo del producto embotellado. Pero no se trata de un problema de seguridad sino fundamentalmente de sabor: la concentración de cloro hace que sea un agua poco agradable para el paladar.
Sistemas de filtración
Existen varias soluciones menos incómodas y más sostenibles al agua embotellada. Estas opciones son variadas, pero con frecuencia nuestra elección se limita a elegir según las diferencias entre agua filtrada y agua osmotizada.
Para escoger primero debemos conocer bien cuáles son las características de cada sistema, ya que no funcionan igual, tampoco obtienen los mismos resultados ni nos suponen el mismo esfuerzo en su mantenimiento y coste.